La tampografía (pad printing en inglés), es un proceso de impresión relativamente nuevo en el ámbito de las artes gráficas y que básicamente consiste en la transferencia de una imágen en dos dimensiones grabada en placas o cliché (placas de tampografia), y transferida por medio de un tampón de silicon a la pieza que se quiere imprimír. Y aquí es bueno señalar que es un proceso que lejos de competir con la serigrafía, es más bien un complemento.
Para trabajar tampografía se utilizan los siguientes materiales y herramientas:
- Máquinas de tampografia (de uno o más colores; manual o semi automática)
- Insoladora (para grabar las placas)
- Placa o clisé de acero o polímero (donde se graba la imágen que queremos transferir)
- Tampones de tampografía (printing pads)
- Tintas de tampografía similares a las usadas en serigrafía pero con mayor cantidad de pigmento
- Juego de llaves hexagonales
- Solventes
El orígen y desarrollo de la tampografía data del año 1969 como una respuesta a las necesidades de la industria de relojes en Suiza. Aunque
algunos consideran que la forma de decorar las vajillas de la corte
inglesa en el siglo XIX fue el inicio, difícilmente podemos decir que
fue la precursora. Antes de ese año, todas las carátulas de los
relojes se imprimían de forma artesanal y manual con el consecuente
aumento en los costos de fabricación. Pierre Schmid solucionó el problema al inventar la primera máquina tampográfica manual, y que, aunque rudimentaria, marcó el inicio de la industria de la tampografía.
No es de extrañar entonces, que desde sus origines las máquinas de tampografia hayan tenido como una de sus prioridades la precisión y delicadeza para no estropear los relojes.
Los tampones para tampografia, están hechos de silicón, y son las propiedades del silicón las que permiten trasladar las tintas de tampografía desde la placa hasta el sustrato, con la ventaja que la forma de la pieza no es problemática ya que el silicón del cual está hecho el tampón, por su suavidad y forma permite a la máquinas tampograficas imprimir artículos de características diversas: redondos, cóncavos, convexos, cuadrados, con mezcla de ángulos y con superficies con texturas variadas.
Esta ventaja que exhibe la tampografía, la impresión con tampón flexible
pero resistente a las tintas y solventes usados, es la que soluciona el
problema de impresión de artículos con formas variadas, ventaja
fundamental del proceso tampográfico por sobre otros procesos tradicionales.
La impresión tampográfica
a hecho posible el grabado a gran escala de artículos que de otra
manera solo se podrían imprimir con un proceso artesanal y manual. Su
versatilidad le a permitido alcanzar mercados tan variados como el de: equipo médico, equipo automotriz, artículos publicitarios,
equipos electrónicos, equipo deportivo, pelotas de golf, juguetes,
artículos de vestir, envases, material de empaque y casi cualquier
sustrato imaginable
Quizá sea el sector publicidad el que más se ha beneficiado y ha sabido explotar la tampografía con la impresión de articulos publicitarios tales como encendedores, llaveros, bolígrafos, pelotas de golf, camisetas y muchos otros artículos. Los regalos promocionales
permiten que el mensaje esté siempre presente en la mente del
consumidor al utilizar productos cotidianos como los mencionados, un
recurso muy importante en el marketing promocional.
Es más que evidente las ventajas que tiene este método de impresión y son muchos los beneficios
que diferentes industrias y comercio pueden obtener con el marcaje de
sus productos con este procedimiento, Ya sea para posicionarse en el
ámbito publicitario o para el control de productos con un código estándar, las impresiones tampograficas
son de gran utilidad. Esperamos que esta página les ayude a comprender
que es la tampografía, y puedan explotar todo su potencial.
Origen y Desarollo de la Tampografia
La tampografía
vio sus inicios gracias a la industria relojera suiza, que ha sido
famosa por producir relojes de excelente calidad. El diseño de sus
carátulas se hacia a mano, es decir, con un proceso artesanal que
consumía mucho tiempo y dinero en el pago de mano de obra.
Uno de los principales objetivos de cualquier empresa o industria, es maximizar sus recursos,
sean estos tiempos de producción o inversión, o cualquier otro que
permita su funcionamiento de manera óptima. Esto motivó la búsqueda de
una solución que evitara el proceso manual de decorado de las carátulas
de los relojes, ya que eso provocaba gastos de salarios, un empleo de
mano de obra mayor y tiempos de producción más prolongados.
Entonces, la solución debía, entre otros requisitos, cumplir ciertas normas:
- Que fuera económicamente mejor
- Que no sacrificara ni afectara la calidad del producto final
- Que además, tuviera gran precisión por la delicadeza del producto
Lo que hoy sabemos, es que en el año 1969 Pierre Schmid inventó lo que sería la primera máquina de tampografía
manual y que fue la predecesora de todas las máquinas tampográficas
actuales. Con ello se redujeron los costos y los tiempos de decoración
de las carátulas de los relojes, sin ir en detrimento de su calidad.
El éxito de las máquinas de tampografia
Schmid fue tal, que aún hoy día muchas de sus máquinas fabricadas en
los años setenta siguen en funcionamiento. Hasta hace algún tiempo, se
podían comprar sus famosas SP 710 reconstruidas y garantizadas, prueba irrefutable de la alta calidad de la maquinaria.
En lugar del ahora conocido tampón de silicón (ver muestra), se utilizaban tampones de gelatina para
las máquinas de tampografía. La mayoría de carátulas de relojes no son
planas, sino ligeramente curvadas, y los tampones de gelatina respondían
a esa necesidad de impresión con tampón flexible, fabricados para su
uso en las carátulas de los relojes.
Sin embargo, estos no eran muy durables y provocó la búsqueda de
algún material que lo reemplazara. Fue en ese momento cuando apareció el
tampón hecho de silicón que es el responsable que la tinta pueda ser transferida desde la placa hasta el objeto a imprimir.
Y con el nuevo material de silicón, se podía manejar la dureza y
flexibilidad del tampon. Manejando estas dos propiedades, se podían
imprimir más cosas con formas menos regulares. Un material sumamente
suave y flexible permitía imprimir inclusive una nuez ya que el silicón
del tampón adopta la forma del sustrato. Como
regla general, un tampón de silicón duro es mejor para la impresión de
piezas más planas o de forma más regular; un tampón suave y flexible
responde mejor a la impresión de artículos con formas irregulares. Esta regla es parte del proceso tampográfico.
Estos descubrimientos dieron paso a la apertura de nuevos mercados y
nos llevaron hasta lo que hoy es la tampografía. Y así como
originalmente se usaban placas de acero, hoy día existen placas de polímero
fotosensible a la luz ultravioleta y de apenas unos cuantos milímetros
de espesor. Todo el proceso se fue haciendo más económico y más rápido.
Hoy día, y gracias a todos los descubrimientos e innovaciones, la tampografía
se utiliza para productos tan variados como las pelotas de golf, la
impresión de catéteres para la industria médica, mandos de control
remoto, teclas de calculadores, artículos promocionales y una lista interminable de productos donde solo la imaginación es el límite.
Las impresiones tampográficas pueden ser aplicadas a
productos muy variados y hoy en día, existen máquinas totalmente
automáticas y especializadas para industrias específicas.
Sin embargo, todas las máquinas tampográficas, desde las famosas máquinas SP 710 hasta las de reciente fabricación, pueden adaptarse a las diferentes necesidades de la industria, y eso es una de sus principales ventajas.
QUICIERA SABER SI ME PUEDEN AYUDAR POR MEDIO DE UN CURSO Y A SU VEZ DISPONEN MATERIALES?
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